Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas, y que tu corazón guarde mis mandamientos, porque ellos alargaran tu vida muchos años y te darán prosperidad.
—Proverbios 3:1-2
Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas, y que tu corazón guarde mis mandamientos, porque ellos alargaran tu vida muchos años y te darán prosperidad.
—Proverbios 3:1-2